Y de dos manos,
su mente varia
como el anhelante,
como el sangrante
sin corazón.
Los sucesos mas oscuros
de la prolongación de los sueños,
como la piel dañada
de líneas sin color.
Sus ojos humedos
de su rostro candente
como la lava,
aquella lava sin calor.
domingo, 8 de julio de 2007
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